En los primeros cinco meses se registró una caída de casi 2%
El sector de calzado no es una isla dentro de la
desaceleración del consumo interno. De hecho, las ventas de las empresas
disminuyeron en los primeros cinco meses por un menor poder adquisitivo de la
población, de acuerdo con un informe de la consultora Investigaciones
Económicas Sectoriales.
El consumo aparente del sector de calzados (que mide la
producción nacional y las importaciones) mostró una caída del 1,6% en el
acumulado de cinco meses del año en relación con igual período del 2015, con un
total de 58,7 millones de pares.
Ante el escenario de suba en las importaciones, la
participación de estas en el consumo aparente se incrementó en 3,6 por ciento.
Hoy el 83,2% del consumo total se lo lleva la producción local y el 16,8%
proveniente del exterior.
En tanto, el consumo por habitante se redujo 2,7% interanual
en el acumulado enero-mayo de 2016, y alcanzó 3,3 pares por habitante. Esta
contracción en las ventas también se deben a los fuertes aumentos de precios
del 41,8% para el sector, según el IPC de la Ciudad de Buenos Aires.
Los valores importados se incrementaron de u$s186 millones a
u$s222 millones al compararse los primeros cinco meses de los años 2015 y 2016,
y el incremento en valores fue de 19,1 por ciento. Respecto de las cantidades,
pasaron de 7,9 millones de pares a 9,8 millones en el mismo período del
corriente año, con un aumento del 25,2% y cerca de 2 millones de pares
importados. Las exportaciones de calzado, por su parte, se redujeron 30% desde
248.000 pares para el acumulado de cinco meses de 2015, hasta 174.000 pares en
igual período del corriente año. En lo que respecta a los valores de
exportación, presentaron también un panorama recesivo en todos sus componentes
en el acumulado de enero-mayo del 2016, al pasar de u$s6,2 millones a u$s3,6
millones.
Las cantidades de productos importados
pasaron de 7,9 millones de pares a 9,8 millones
Para Alejandro Ovando, Director de IES Consultores “las
perspectivas para los próximos meses estarán orientadas a ver cómo los
productores hacen frente a la caída en el consumo y las elevadas tasas de
financiamiento que podrían intensificar la reducción de la demanda. Además, el
sector enfrentará el riesgo de entrada al mercado de importaciones de Brasil y
China en condiciones de alta competitividad y lo que puede generar un fuerte
daño a las empresas locales, con una pérdida de participación”.
Fuente: diariobae.com
Resistencia, 09 de julio de 2016
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