Avia Terai es una pequeña población rodeada de campos de
cultivo de soja y algodón. Allí el porcentaje de tumores y enfermedades
extrañas se multiplicó en la última década. La historia de las víctimas
Avia Terai es un pequeño pueblo chaqueño ubicado a 196
kilómetros de la capital provincial, Resistencia. La región urbana está rodeada
de cultivos de soja y algodón y justo en uno de los límites del cemento y la
naturaleza vive Aixa Ponce, una niña de 9 años que padece desde su nacimiento
una enfermedad llamada Nevomatosis Melanocítica Neurocutánea, representada en
cientos de lunares (algunos de ellos malignos) repartidos alrededor de todo el
cuerpo.
El caso de Aixa es quizás el más emblemático de una
población que no llega a los 7.000 habitantes y desde hace una década denuncia
el grave perjuicio para la salud de los habitantes, a causa de los pesticidas
esparcidos en los campos durante cada año.
Así, el portal de internet Vice realizó un reportaje
fotográfico con el reportero Jean-Jerome Destouches en el que se reflejó la
pesadilla que atraviesa una ínfima población ubicada en el corazón de la Argentina.
"Los doctores me dijeron que la enfermedad de su piel
pudo haber sido provocada por los pesticidas rociados en los campos de soja y
algodón. Pero en el caso de mi hija es imposible saberlo al 100 por
ciento", afirmó su madre Silvia, quien hoy recuerda que en el momento de
estar embarazada de Aixa fue "atomizada" por este material químico
hasta sentirse sofocada.
Un reclamo aún no escuchado
La dramática situación de los habitantes de Avia Terai fue
denunciada hace años, pero aún no hubo una respuesta positiva hacia el reclamo.
Ya en el ingreso al pueblo, hay una semillera transgénica y una agroquímica,
ambas con campos experimentales. A su salida se encuentra una pista de
aterrizaje para aviones fumigadores, los que hacen su trabajo entre diez y 12
veces al año.
El uso de los productos químicos alteró definitivamente el
bienestar sanitario de los residentes de la zona. "No tengo dudas de que
estos pesticidas causan cáncer y otras enfermedades extrañas", afirmó la
médica María del Carmen Seveso, quien en su hospital de Sáenz Peña (a unos 19
kilómetros de distancia) el número de recién nacidos con enfermedades congénitas
subió de 46 a 189 en 11 años.
En tanto, la Comisión Nacional de Salud realizó un informe
en el que entrevistó a más de 2.000 personas en el área. Así, el 31% de los
habitantes encuestados en Avia Terai dijeron tener un familiar que contrajo
cáncer a lo largo de la última década. En un pueblo cercano pero lejos de los
campos de soja, llamado Charadai, el índice fue de apenas un 3%.
Los productos más utilizados son los herbicidas, como el
glifosato, o el llamado Roundup, producido por el gigante de la especialidad
Monsanto.
Esa mega compañía cuenta, por el momento, con el aval de la
comunidad científica como con el de las principales agencias reguladoras de
todo el planeta. Así y todo, la polémica y las denuncias sobre su accionar se
escucha cada vez con más fuerza.
Una vida marcada por la consternación
La vida de Aixa Ponce es demasiado sufrida. Suele padecer
fiebres altas durante dos o tres días de la semana y tiene que pasar gran parte
del día encerrada, ya que la exposición al sol le produce graves quemaduras
inmediatas en la piel.
Una suerte parecida sufre una niña de cinco años llamada
Camila Verón, víctima del síndrome de Lowe, que refiere al glaucoma (un tipo de
cáncer que produce ceguera), insuficiencia renal y discapacidades cognitivas.
"Los médicos no supieron explicarme las causas de su
condición, pero lo único que me preguntaron era si yo vivía cerca de los campos
de soja. Ahí entendí por qué mi hija estaba enferma", reveló su madre,
Silvia.
Los niños de Avia Terai suelen jugar cotidianamente en los
campos de algodón, por lo que resulta casi imposible tomar medidas de
precaución.
Además, el problema aparece en el agua. Al no disponer de
agua corriente, muchos habitantes recolectan líquido de las lluvias mediante
canaletas instaladas en sus techos. Sin embargo, esa improvisación deja a los
habitantes expuestos al consumo del pesticida caído de los aviones y disuelto
en los recipientes.
Fuente: infobae.com
Resistencia, 02 de julio de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario