La salida del Reino Unido se la UE es vista como un
terremoto político y social. En el plano local, la incertidumbre se verá
reflejada en el plano económico y financiero. El dólar se fortalecerá y la soja
frenará su escalada. Por el canal comercial, no se verán mayores consecuencias.
Lo que viene
¿ y ahora qué?", fue la pregunta que los dirigentes y
los ciudadanos del Reino Unido (y del resto del mundo) repitieron desde que se
conoció que el país abandonará la Unión Europea en los próximos dos años.
El resultado ha sido, sin dudas, un terremoto político y
social del que aún no se sabe hasta donde escalará ni cuáles serán sus
consecuencias.
La clase dirigente inglesa reaccionó ante la victoria del
Brexit forzando la tesis de que la decisión británica no representaba el fin
del proyecto europeo.
La respuesta de los 27 restantes líderes del Viejo
Continente fue un mensaje de unidad, si bien admitieron que la UE debe
reformarse para hacer frente al descontento de algunos ciudadanos y al
antieuropeísmo.
También de calma, el
presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, negó que el Brexit sea
el principio del fin de la UE.
Pero más allá del escenario futuro, hubo consecuencias
inmediatas.
El primer ministro británico, David Cameron, anunció que
dejará el cargo antes de octubre. "El país necesita un nuevo liderazgo
para llevarlo en esa dirección", sostuvo, al tiempo que prometió hacer
"todo lo que pueda como primer ministro para estabilizar el barco en las
próximas semanas y meses".
Cimbronazo mundial
El impacto en la política interna es en varios niveles.
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, declaró
que no descarta la realización de un segundo referendo de independencia.
El resultado también se vio plasmado en la respuesta de los
representantes de partidos nacionalistas y de extrema derecha de todo el
continente, que celebraron el resultado llamando a avanzar en referendos
similares en sus respectivos países.
El caso paradigmático fue la de la francesa Marine Le Pen,
presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN), quien decidió poner la
bandera del Reino Unido en su cuenta de Twitter a modo de homenaje.
Según analistas puede sorprender en la primera vuelta de las
elecciones presidenciales del año próximo. La líder del FN es la impulsora de
un referendum en su pasís que ya fue bautizado como "Frexit".
Le Pen consideró hoy que el "sí" de los británicos
al Brexit le da "una legitimidad suplementaria para llevar ese debate a su
país y exigir un referéndum sobre su relación con la UE.
Al conocerse el resultado, las redes sociales explotaron con
chistes y memes. Además, las búsquedas
en Internet fueron indicadores de por dónde pasará el debate en las próximas
horas.
"Conseguir un pasaporte irlandés" pasó a ser una
fuerte tendencia en las búsquedas de Google en Reino Unido.
También figuraron entre las más rankeadas "Cambio de
divisas" y "Libras a euros".
La inmigración ha sido uno de los temas centrales de la
campaña pro-Brexit y será uno de los ámbitos en el que seguramente se sentirán
rápido las consecuencias.
Sus partidarios anunciaron su intención de crear un sistema
de puntos para aceptar inmigrantes copiado del australiano.
Cada solicitud de permiso de residencia y trabajo será
tratada según las habilidades y calificaciones del solicitante. Una vez
consumado el divorcio con la UE y el fin de la libre circulación, nada impedirá
implementar esta política.
En las bolsas europeas el impacto fue inmediato. Apenas
abiertas las negociaciones no dejaron de surgir malas noticias. Ya había
ocurrido lo mismo en Asia, con horas de antelación.
La bolsa de Milán fue la más golpeada en las primeras horas
de la jornada, con una pérdida de casi el 12%, seguida por la de Madrid que se
precipitó un 11%.
En igual sentido, la de Frankfurt descendía un 7% mientras que la de París reflejaba un
derrumbe del 8,5%. En tanto, la de Londres cayó cerca del 5%.
El referéndum impactó también las monedas: mientras la libra
se desplomaba hasta 1,37 dólares arrastraba al euro a 1,11 dólares.
El mecanismo para abandonar el bloque está contemplado en el
artículo 50 del Tratado de Lisboa, que fija dos años para negociar las
condiciones de la salida de uno de sus integrantes.
Si en ese periodo:
- No logran un acuerdo, el plazo puede extenderse pero sólo
si hay acuerdo unánime de los otros 27 socios de la UE.
- Si, en cambio, no hay acuerdo, el país que quiere salir
pasa a depender de las reglas de la OMC (Organización Mundial de Comercio) para
establecer intercambios comerciales con otros países.
Boris, ¿el sucesor?
El exalcalde de Londres, Boris Johnson, fue durante meses el
impulsor y cara visible del Brexit. Y ahora parece dispuesto a querer cobrar el
rédito político de la iniciativa que llevó adelante.
En este sentido, sostuvo que el Brexit supone una
"oportunidad gloriosa" para los británicos de recuperar el control de
su plena soberanía de las manos de la Unión Europea (UE).
Con su carácter mediático y su característico pelo rubio
despeinado, sostuvo que la decisión de convocar el plebiscito fue
"totalmente correcta e inevitable".
Se caracterizó por una campaña basada en discursos
apasionados sobre el futuro del Reino Unido. De hecho, a algunos su estilo les
recuerda al de Winston Churchill.
ahora qué?", fue la pregunta que los dirigentes y los
ciudadanos del Reino Unido (y del resto del mundo) repitieron desde que se
conoció que el país abandonará la Unión Europea en los próximos dos años.
El resultado ha sido, sin dudas, un terremoto político y
social del que aún no se sabe hasta donde escalará ni cuáles serán sus
consecuencias.
La clase dirigente inglesa reaccionó ante la victoria del
Brexit forzando la tesis de que la decisión británica no representaba el fin
del proyecto europeo.
La respuesta de los 27 restantes líderes del Viejo
Continente fue un mensaje de unidad, si bien admitieron que la UE debe
reformarse para hacer frente al descontento de algunos ciudadanos y al
antieuropeísmo.
También de calma, el
presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, negó que el Brexit sea
el principio del fin de la UE.
Pero más allá del escenario futuro, hubo consecuencias
inmediatas.
El primer ministro británico, David Cameron, anunció que
dejará el cargo antes de octubre. "El país necesita un nuevo liderazgo
para llevarlo en esa dirección", sostuvo, al tiempo que prometió hacer
"todo lo que pueda como primer ministro para estabilizar el barco en las
próximas semanas y meses".
Cimbronazo mundial
El impacto en la política interna es en varios niveles.
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, declaró
que no descarta la realización de un segundo referendo de independencia.
El resultado también se vio plasmado en la respuesta de los
representantes de partidos nacionalistas y de extrema derecha de todo el
continente, que celebraron el resultado llamando a avanzar en referendos
similares en sus respectivos países.
El caso paradigmático fue la de la francesa Marine Le Pen,
presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN), quien decidió poner la
bandera del Reino Unido en su cuenta de Twitter a modo de homenaje.
Según analistas puede sorprender en la primera vuelta de las
elecciones presidenciales del año próximo. La líder del FN es la impulsora de
un referendum en su pasís que ya fue bautizado como "Frexit".
Le Pen consideró hoy que el "sí" de los británicos
al Brexit le da "una legitimidad suplementaria para llevar ese debate a su
país y exigir un referéndum sobre su relación con la UE.
Al conocerse el resultado, las redes sociales explotaron con
chistes y memes. Además, las búsquedas
en Internet fueron indicadores de por dónde pasará el debate en las próximas horas.
"Conseguir un pasaporte irlandés" pasó a ser una
fuerte tendencia en las búsquedas de Google en Reino Unido.
También figuraron entre las más rankeadas "Cambio de
divisas" y "Libras a euros".
La inmigración ha sido uno de los temas centrales de la
campaña pro-Brexit y será uno de los ámbitos en el que seguramente se sentirán
rápido las consecuencias.
Sus partidarios anunciaron su intención de crear un sistema
de puntos para aceptar inmigrantes copiado del australiano.
Cada solicitud de permiso de residencia y trabajo será
tratada según las habilidades y calificaciones del solicitante. Una vez
consumado el divorcio con la UE y el fin de la libre circulación, nada impedirá
implementar esta política.
En las bolsas europeas el impacto fue inmediato. Apenas
abiertas las negociaciones no dejaron de surgir malas noticias. Ya había
ocurrido lo mismo en Asia, con horas de antelación.
La bolsa de Milán fue la más golpeada en las primeras horas
de la jornada, con una pérdida de casi el 12%, seguida por la de Madrid que se
precipitó un 11%.
En igual sentido, la de Frankfurt descendía un 7% mientras que la de París reflejaba un
derrumbe del 8,5%. En tanto, la de Londres cayó cerca del 5%.
El referéndum impactó también las monedas: mientras la libra
se desplomaba hasta 1,37 dólares arrastraba al euro a 1,11 dólares.
El mecanismo para abandonar el bloque está contemplado en el
artículo 50 del Tratado de Lisboa, que fija dos años para negociar las
condiciones de la salida de uno de sus integrantes.
Si en ese periodo:
- No logran un acuerdo, el plazo puede extenderse pero sólo
si hay acuerdo unánime de los otros 27 socios de la UE.
- Si, en cambio, no hay acuerdo, el país que quiere salir
pasa a depender de las reglas de la OMC (Organización Mundial de Comercio) para
establecer intercambios comerciales con otros países.
Boris, ¿el sucesor?
El exalcalde de Londres, Boris Johnson, fue durante meses el
impulsor y cara visible del Brexit. Y ahora parece dispuesto a querer cobrar el
rédito político de la iniciativa que llevó adelante.
En este sentido, sostuvo que el Brexit supone una
"oportunidad gloriosa" para los británicos de recuperar el control de
su plena soberanía de las manos de la Unión Europea (UE).
Con su carácter mediático y su característico pelo rubio
despeinado, sostuvo que la decisión de convocar el plebiscito fue
"totalmente correcta e inevitable".
Se caracterizó por una campaña basada en discursos
apasionados sobre el futuro del Reino Unido. De hecho, a algunos su estilo les
recuerda al de Winston Churchill.
Fuente: iprofesional.com
Resistencia, 25 de junio de 2016
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