Desde el miércoles, la autoridad monetaria decidió
intervenir fuerte en la plaza para contener a la moneda estadounidense que no
para de subir. El último día de la semana, la divisa sumó otros 13 centavos y
finalizó a $15,60. La explicación del titular del BCRA sobre los motivos de la
intervención
La cotización del dólar no detiene su escalada pese a las
intervenciones que realizó el Banco Central en la última semana.
En la rueda de este viernes, ascendió 5 centavos y cerró a
$15,65 para la venta, según el promedio realizado por el BCRA con valores de la
city porteña.
También hubo un alza en el segmento mayorista, de 5
centavos, hasta los $15,50. Así, desde la liberación del cepo cambiario,
acumuló un repunte de casi el 60 por ciento.
Durante la semana, el minorista subió 30 centavos, a pesar
de las continuas y masivas intervenciones del Banco Central.
Justamente, lo más relevante de la última jornada, otra vez,
tuvo que ver con la notable injerencia de la autoridad monetaria que finalizó
con un saldo neto vendedor por casi u$s110 millones.
Sucedió en un día en el que el volumen de operaciones fue el
más alto en lo que va del año.
A lo largo del mes, al que sólo le queda una sola rueda, el
Central acumula una pérdida de sus tenencias nada menos que por u$s1.520
millones.
El titular del BCRA, Federico Sturzenegger, dio una
explicación sobre la situación durante su estadía en China, donde participa de
la Asamblea del G-20: "Las intervenciones son para corregir picos y
evoluciones que no tienen relación con los fundamentos".
"No son para sostener un tipo de cambio fuera de
equilibrio", se encargó de recalcar el funcionario, quien además insitió
en que el el BCRA "no fija niveles de cambio".
En medio de las tensiones en el circuito financiero, la
entidad se vio obligada a intervenir en cuatro de las últimas jornadas,
perdiendo reservas por u$s620 millones durante la semana.
Precisamente el último día, el total operado ascendió a
u$s488 millones, a los que hay que agregar otros u$s159 millones
transaccionados en el mercado de futuros.
Una de las claves para descifrar lo que está sucediendo está
relacionada con el incremento en la demanda de divisas por parte de
importadores, en un contexto de notable merma en la liquidación de los sojeros.
(ver nota: ¿Traición sojera?: aun con devaluación y sin retenciones, el campo
"encanuta" y espera un dólar más alto).
El volumen de operaciones, por impulso de la demanda, creció
de un promedio de u$s240 millones diarios del mes pasado a los u$s488 millones
de este viernes.
La sostenida demanda proviene de los importadores que tenían
parte de sus pedidos de divisas retenidos desde la época del cepo.
En el segmento mayorista “con la suba experimentada el
último día de la semana, la moneda norteamericana acumuló un aumento de 41
centavos respecto de los valores anotados en el final del viernes pasado, la
segunda suba semanal más alta del año en curso”, indicó el analista Gustavo
Quintana.
“La proximidad del fin de mes y la necesidad de cubrir
posiciones por operaciones pactadas para liquidar el lunes contribuyó a
alimentar la demanda y a adicionar presión sobre los precios”, agregaron desde
una mesa de cambios.
En tanto, Quintana aclaró que “la intervención del Central
estuvo destinada a suplir el faltante de oferta genuina y a corregir el ajuste
del tipo de cambio en un escenario en el que todavía muestra un notorio
desbalance entre la oferta y el requerimiento de dólares por parte de
privados”.
El martes, en la que fue su segunda intervención en los
mercados en la era Sturzengger, el BCRA jugó fuerte hacia el final de la
jornada. La medida consiguió impactar en el dólar mayorista pero no recortó la
fuerte suba que había mostrado en el segmento minorista.
El miércoles, cambió su estrategia: intervino desde temprano
en pequeñas dosis marcando precios que luego los operadores prefirieron no
superar.
Así, logró bajar 9 centavos el mayorista con menos reservas
y consiguió además frenar la suba en el minorista que, desde entonces, se
mantiene casi sin cambios.
Este viernes repitió la estrategia y vendió casi u$s110
millones en distintas tandas a lo largo de la jornada.
Desde diferentes sectores creen que la presión sobre el
Banco Central se vincula con el programa fiscal del Gobierno, que promueve un
ajuste gradual de las cuentas públicas.
Y que si existen dudas sobre el modo de financiar el rojo
fiscal, el equipo económico se verá obligado a emitir pesos cada vez más
devaluados hasta fin de año, con la consecuente suba de las tasas de interés.
En este contexto, desde algunas consultoras apuestan a que
el BCRA tendrá que volver a elevar el costo de dinero en la próxima licitación
de Letras (Lebac), el próximo martes.
El mercado brasileño también le está poniendo presión a la
Argentina. Por la fuga de capitales, allí el dólar volvió a elevarse y terminó
la semana en los 4 reales.
Lo más parecido a lo visto en las últimas jornadas ocurrió
durante la primera semana del año. En aquel momento, el tipo de cambio pasó de
$13,30 en los días posteriores al levantamiento del cepo, a $14,20 en apenas
cinco ruedas.
En aquella instancia, los operadores se preguntaban si el
billete verde no requería de un empujón adicional para que la economía
recuperara la competitividad perdida desde la instalación del cepo. Unas
semanas más tarde, los cuestionamientos pasaron a ser otros.
Se vinculaban no tanto con el valor del billete verde en sí
mismo sino con la rapidez y el timing de ese movimiento alcista.
Sobre este último punto, no debe perderse de vista que las
paritarias no comenzaron y la suba del tipo de cambio podría recalentar la
dinámica inflacionaria.
Fuente: iprofesional.com
Resistencia, 27 de febrero de 2016
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