En la Casa Rosada circula un proyecto de reforma tributaria
presentado por el ministro de Hacienda, pero recién podría avanzar después de
las elecciones. Mientras tanto, el déficit es un escollo que el Gobierno debe
sortear sin recurrir al recurso más accesible: emitir más deuda.
El Gobierno vuelve una y otra vez sobre la idea de bajar los
impuestos y hasta se difundió un borrador que le presentó el ministro de
Hacienda, Nicolás Dujovne, al presidente Mauricio Macri, quien, en teoría, se
prepara para presentar después de las elecciones de octubre una reforma
tributaria que según economistas y tributaritas es necesaria.
Sin embargo, la idea de bajar impuestos, en principio, choca
contra el objetivo de reducción del déficit. Y eso despierta algunos
interrogantes sobre qué haría el Gobierno en caso de llevar a cabo con el
proyecto.
“Argentina necesita un rediseño de su estructura impositiva
que tenga un impacto a la baja en las unidades productivas para las cuales hoy
la carga de impuestos es un factor que atenta contra su competitividad, pero
esto no necesariamente quiere decir que la carga tributaria total en la
economía (que hoy alcanza 30% del PBI) tenga que reducirse”, indicó Lorenzo
Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina y agregó que “el desafío es lograr
que paguen menos los que hoy pagan mucho, y que los que no pagan nada comiencen
a tributar razonablemente”.
Resultados
El Ministerio de Hacienda anunció que el déficit primario
del segundo trimestre fue de 144.286 millones de pesos, lo que representó 1,5%
del Producto Bruto, medio punto porcentual menos que la meta del 2%
presupuestada para ese período.
Sin embargo, desde Ecolatina apuntan que durante el primer
semestre el déficit financiero, que incluye el pago de intereses de la deuda
pública (netos de vencimientos intra sector público) rozó los $ 255.547
millones, trepando 43% interanual. Esta brecha entre la expansión del déficit
primario (+28%interanual) y el rojo financiero (+43% interanual) corresponde al
pago de intereses, que subió 70% interanual en el primer semestre del año.
“El Gobierno tiene la idea de que el Gasto es demasiado
elevado y que hay un exceso por lo que hay que achicarlo. La idea es hacerlo de
manera graduar y no abrupta”, afirmó Rodrigo Álvarez, economista de Analytica y
remarcó que “no hay margen para una reforma fiscal agresiva”.
Los economistas coinciden en que una reforma tributaria es
posible pero la manera en la que se lleve a cabo será clave para intentar
cumplir con el objetivo primario de reducción del déficit.
“Las reformas tributarias en el mundo y en la región
muestran que son procesos graduales y consensuados, para lo cual no esperaría
ningún 'shock' a la baja en 2018. Lo que sí sería deseable que suceda es que la
economía tome impulso, ya que los marcos para hacer reformas tributarias
(especialmente con costos iniciales) necesariamente deben ser de expansión y no
recesivos”, apuntó Sigaut Gravina.
Deuda
De avanzar con una baja de impuestos, la otra pregunta que
surge es cómo hará el Gobierno para financiarla. Y una posible solución sería
con la emisión de más deuda. No es algo que el Ejecutivo no haya implementado
hasta el momento, sino que este mecanismo fue utilizado desde el 2015 para
cubrir los baches en las cuentas. La clave ahora es que Hacienda deje de
utilizar este recurso y busque alternativas al financiamiento externo.
“La reducción de impuestos y del déficit es, en simultáneo,
casi un imposible para el corto plazo sin aplicar fuertes recortes en el gasto,
para lo cual obviamente hay escaso margen”, señaló el economista jefe de
Ecolatina.
“El Gobierno tiene margen para seguir tomando deuda pero no
se puede seguir mostrando hacia adelante un déficit muy alto y tomar deuda para
cubrirlo. Hasta el momento se hizo, pero no puede seguir. Generar una baja de
impuestos que se financien con la toma de deuda sería poco sensato y muy
riesgoso”, afirmó Álvarez.
Desde que asumió Macri en 2015 y aceleró las emisiones de
deuda, los detractores de este tipo de prácticas advertían que pedir dinero
prestado era saludable según cuál sería el fin. Financiar gastos corrientes no
es lo mismo que destinarlo para la compra de maquinaria. Según la encuesta de
julio de Expectativas Macroeconómicas de El Cronista (EMEC), en la que
participan consultoras, economistas y centros de estudio, el déficit esperado
para todo el 2017 es del 4,56% del PBI.
“El punto de partida inicial muestra que la prioridad del
gobierno, al menos en 2018, será la de avanzar hacia la convergencia fiscal a
un paso más acelerado que el actual, lo cual lógicamente va en contra de asumir
pérdidas de ingresos por encarar una reforma tributaria”, finalizo Sigaut
Gravina.
Fuente: cronista.com
Resistencia, 22 de julio de 2017
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