No lo recomiendan a meses de las elecciones y con una
economía que necesita comenzar a carretear. Sostienen que la meta de inflación
del 17% fue demasiado ambiciosa.
La aceleración de la inflación en abril, con un número más
alto que el proyectado por el sector privado, volvió a poner sobre la mesa de
discusión la eficiencia de la política monetaria y la decisión del Gobierno de
adoptar un camino gradualista en materia fiscal. ¿Alcanza con la estrategia que
está aplicando Federico Sturzenegger en el Banco Central? ¿El fisco debería
gastar menos? El consenso de los economistas consultados sostiene que el
problema no son las decisiones monetarias y fiscales, sino la ambiciosa meta
fijada en materia de inflación (del 17%). Y recomiendan no subir más las tasas
de interés porque generaría un impacto recesivo a meses de las elecciones y en
una economía que quiere comenzar a levantarse, aunque todavía con escasos
brotes verdes.
Desde el Gobierno descartan un nuevo aumento del costo del
dinero, pero las dudas se mantendrán hasta el martes.
"Esperemos que el BCRA no incurra en la torpeza de
aumentar la tasa porque no va a tener resultados. El efecto marginal que puede
tener en la inflación va a ser bajo y va a tener un impacto mucho más
recesivo", afirmó a El Cronista el economista Gabriel Rubinstein.
Si bien el mercado de crédito en la Argentina es limitado,
tiene algún efecto, planteó el analista. La suba de las tasas de interés que
dispone el Central se traslada luego al resto de las tasas, como la de los
créditos, y ello hace que a las personas les resulte más caro endeudarse para
consumir, y a las empresas, más costoso invertir. Las altas tasas desalientan
el incentivo a consumir y fomentan el ahorro, más aún en un contexto de tasas
positivas respecto de la inflación proyectada hacia adelante.
Según Rubinstein, "si bien es cierto que la suba de la
tasa ayuda a generar credibilidad en cuanto al cumplimiento de la meta de
inflación, ello no quita que haya efectos recesivos concretos porque el
encarecimiento del crédito complica a la economía con un cierto impacto en los
precios, pero que no es suficiente".
Con respecto a la situación fiscal, el economista aseguró
que es compatible con la meta de inflación y no la complica. "Simplemente
que la meta no estuvo bien calibrada con las negociaciones salariales y las
actualizaciones tarifarias proyectadas", sostuvo. Sus proyecciones de
inflación anual se ubican en torno al 20,5%.
Por su parte, el economista Federico Muñoz afirmó que
probablemente el BCRA suba las tasas marginalmente, pero no creo que
Sturzenegger desconozca que "para ganar las elecciones, es más importante
que la economía empiece a carretear y se consoliden los brotes verdes que hoy
lucen precarios". Agregó que "el mecanismo de la tasa de interés
parece ser insuficiente para desinflacionar y es la encerrona con la que se
encuentra el Central: si sube la tasa, frena la economía y genera atraso
cambiario".
Miguel Bein coincidió en que no sería positivo subir el
costo del dinero, ya que si bien la tasa de interés tan alta ayuda a bajar la
inflación, también ayuda a frenar la economía. "No me parece que la
economía argentina se puede dar el lujo de que la empiecen a frenar cuando
recién está carreteando para despegar", apuntó en declaraciones radiales.
"Subir la tasa ahora porque en abril se disparó la
inflación más de lo esperado no tiene sentido. La política monetaria se hace
mirando para adelante. Creo que los datos importantes serán los de mayo y
junio; ahí tendremos una idea de cómo viene la inflación después de haber
atravesado las subas tarifarias y los aumentos de sueldos", afirmó Fausto
Spotorno, de Ferreres & Asociados, quien agregó que "forzar hoy una
suba de tasas para tratar de lograr la meta del 17% puede presionar demasiado
sobre la economía" y que "si la inflación termina en 20% o 21%, el
BCRA habrá hecho bien su trabajo".
El economista de Analytica, Rodrigo Álvarez, consideró que
es probable que la autoridad monetaria busca reforzar su reputación y suba la
tasa la semana próxima, pero "una política monetaria demasiado restrictiva
para llegar a la meta del 17% pone en riesgo la reactivación de la economía,
incentiva el negocio financiero y posterga decisiones de inversión. Además,
ahoga a las pymes y potencia las expectativas de apreciación cambiaria".
Fuente: cronista.com
Resistencia, 13 de mayo de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario