Cómo lograr que las pequeñas empresas le puedan hacer frente
a las medianas y grandes compañías por medio de la mejora de precio, productos
y distribución.
Las pymes pueden competir con las grandes estructuras
empresariales. El relato bíblico de David y Goliat tiene su correlato en el
mundo corporativo, donde las pequeñas y medianas empresas del sector industrial
compiten frente a compañías más grandes, en términos de precio, productos y
distribución. Pero también pugnan fuertemente entre sí a la hora de captar
nuevos talentos que aporten valor agregado al negocio.
Veamos algunas claves a tener en cuenta para construir
competitividad en el sector:
1. Las pymes, en articulación con sus empleados de mandos
medios y altos, pueden desarrollar e implementar buenas prácticas y políticas
de acción, que impliquen valor agregado tanto para la compañía como para sus
ejecutivos. Es ahí donde el capital humano puede brindarles herramientas para
competir de igual a igual con grandes empresas.
2. Las pymes industriales están en condiciones de pelear lo
que podríamos denominar una ‘guerra de guerrillas’ contra compañías más
grandes, y tener posibilidades de competir, si logran captar y retener a las
personas clave. El proceso de búsqueda, selección y adaptación de los mandos
medios y altos para una pequeña y mediana empresa, es tan importante para el
negocio como la propia retención y motivación de los mismos.
3. Los planes de capacitación y las exigencias propias del
puesto son un punto muy importante para el candidato que está definiendo su
incorporación a una empresa o su permanencia en la organización. Los
profesionales suelen observar con particular atención las habilidades y
conocimientos que las compañías les permitan adquirir, desarrollar e
implementar, ya que implica un reaseguro de empleabilidad a futuro. En la
medida que las pymes puedan dar una respuesta adecuada a esta necesidad,
lograrán mayor efectividad en sus procesos de búsqueda, tendrán más y mejores opciones
al momento de la selección, e incrementarán los niveles de retención y
motivación de sus colaboradores calificados.
4. Especializarse en mercados menos saturados es una de las
claves para que las pymes sean fuertemente competitivas. No solo desde el punto
de vista de las oportunidades de crecimiento que puedan aprovechar como
organización, sino también en relación a las oportunidades de desarrollo que
les puedan ofrecer a profesionales interesados en desarrollarse en áreas
emergentes o en plena evolución, que serán determinantes en el futuro mercado
laboral signado por la Cuarta Revolución Industrial.
5. Las condiciones cambiantes del mercado y la economía
hacen que los candidatos evalúen una oferta laboral con mucho cuidado, pensando
en el presente, pero con una mirada puesta en el futuro. Si las pymes pueden
ofrecerles desarrollarse en áreas en las que las grandes empresas aún no están
incursionando, o lo hacen en forma incipiente, pero que claramente definirán la
empleabilidad dentro de unos cinco años (en un futuro donde predominarán
actividades y nichos profesionales que se están comenzando a definir, pero que
aún no existen); será un factor importante de ventaja competitiva, que solo
pueden ofrecer organizaciones como las pymes, al poseer la flexibilidad y
agilidad suficientes para anticiparse al mercado.
6. Es más fácil implementar mejoras e innovaciones en una
PYME que una gran empresa. Las pequeñas y medianas empresas son, en líneas
generales, menos burocráticas, más versátiles y dinámicas.
7. Para las pymes es más sencillo alinear la estrategia con
la toma de decisiones de los mandos altos y medios. Está agilidad les aporta un
componente de alto valor competitivo, que incluso les permite adaptarse con
mayor velocidad a los cambios dinámicos que plantea actualmente el mercado.
8. Las pymes del sector industrial afrontan la seducción que
ejerce la estabilidad de una compañía más grande a la hora de buscar y retener
el talento. Pero esa estabilidad comienza a ser un factor relativo, frente a la
dinámica laboral que está planteando la Cuarta Revolución Industrial, empujada
por la inteligencia artificial y el machine learning; en el marco de la cual
dejarán de existir algunas actividades y surgirán nuevos trabajos como potente
fuente de empleabilidad.
Durante los próximos años, muchas posiciones laborales serán
obsoletas y las personas deberán reciclarse profesionalmente varias veces
durante su vida laboral. No todas las organizaciones podrán gestionar la
reconversión de sus recursos humanos. Sin embargo las pymes industriales que estén
operando en mercados no saturados y con líneas de actividad innovadoras, que
permitan a sus mandos medios y altos adaptarse a las exigencias futuras del
nuevo ecosistema laboral, lograrán cambiar problema por oportunidad, al ofrecer
un espacio de desarrollo que facilite la reconversión profesional y la
empleabilidad futura.
En el proceso, la captación y retención de profesionales
altamente cualificados, les brindará a las pymes los recursos necesarios para
desarrollar altos niveles de competitividad.
El próximo 7 de junio estaremos analizando este tema (entre
otros) en el “Foro Argentina Industrial: En Búsqueda de la Competitividad”, que
co-organizan NUMAN y el IEEC, y en el que participarán ejecutivos de las
empresas industriales más importantes del país y representantes del sector
público, para poder analizar cómo construir puentes a fin de lograr la ansiada
competitividad.
Fuente :cronista.com
Resistencia, 28 de mayo de 2017
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