La entrada en vigencia de los aumentos se postergaron hasta el 16 de octubre.
La medida se adoptó con Decreto 783/2020, que fue publicada este jueves primero de octubre, y se extiende hasta el 16 de octubre próximo. La norma lleva la firma del presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y del ministro de Economía, Martín Guzmán, pero no tiene la del secretario de Energía recientemente asumido, Darío Martínez, lo que presume que la decisión estuvo acordada con anterioridad a que el ex diputado asuma formalmente el cargo y posea su firma.
“El incremento en los montos de impuesto correspondiente al primer trimestre calendario del año 2020, en los términos del artículo 7° del Anexo del Decreto N° 501 del 31 de mayo de 2018, surtirá efectos para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, desde el 16 de octubre de 2020, inclusive, suspendiéndose toda otra actualización hasta el 1° de diciembre de 2020”, señaló el Decreto 783/2020.
Si el Gobierno no hubiese tomada esa decisión, y se hubieran trasladado en su totalidad los aumentos de impuestos, el precio en surtidor debería haberse incrementado un 3,2% para las naftas y hasta 2,3% en el caso del gasoil, ya que de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC publicado durante el primer trimestre, la inflación acumulada fue del 7,6 por ciento y la del segundo trimestre 5,2%, totalizando 12,8% de aumento pendiente acumulado.
En agosto y septiembre pasado, luego de más de nueve meses de congelamiento de precios, las petroleras aplicaron una suba promedio de 4,5% y 3,5% respectivamente, en todo el país.
Según un informe de Fecra, esta es la quinta postergación de impuestos desde la asunción del Frente de Todos.
La primera fue el 31 de diciembre 2019, con el Decreto 103/2019. En ese momento se aplazó por la situación económica social, luego de que el Congreso había aprobado la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública.
La segunda ocurrió el 31 de enero de 2020, con el Decreto 118/2020, ante “la necesidad de brindar una respuesta inmediata frente a las actuales circunstancias coyunturales y de estabilizar los precios de los combustibles comprendidos en su alcance”.
La tercera fue el 28 de febrero 2020, con el Decreto 196/2020. En este caso, el Poder Ejecutivo difiere nuevamente la aplicación del ICL “para estabilizar los precios de los combustibles”, pero no sucedió mismo con el IDC. El gravamen aumentó de $0,837 por litro a $0,936 en el caso de las naftas y de $0,963 a $1,074 para el gasoil. Según Fecra, algunas empresas petroleras, por única vez, absorbieron el impacto en los precios en surtidor. Otras aplicaron leves incrementos de entre 10 y 20 centavos por litro, casi imperceptibles para el consumidor.
La cuarta sucedió el 19 de mayo de 2020, con Decreto 488/2020, en plena pandemia. La medida se tomó en el mismo decreto en el que reinstala el llamado “Barril criollo” que hizo las veces de precio sostén para la industria nacional ante la baja del precio del barril de petróleo en los mercados internacionales por la baja en la demanda global.
Fuente: Ámbito
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