La idea es formar profesionales y desarrollar proyectos
nacionales para enfrentar los nuevos desafíos que presentan los 59 proyectos en
proceso de construcción. Si bien se están “repatriando” ingenieros que venían
prestando servicios en el exterior, hacer frente a la demanda no será tarea
sencilla
El éxito vertiginoso que tuvo el programa de licitaciones
públicas “RenovAr” puso sobre la mesa la necesidad de capacitar personal y
reforzar la infraestructura en el área de las energías renovables.
De acuerdo a los cálculos oficiales, los emprendimientos en
curso crearán 20.000 puestos de trabajo, contando los empleos que involucra el
proceso de obra civil, logística, mantenimiento e instalación de equipos.
Si bien el de las renovables es un sector que en nuestro
país recién atraviesa la etapa de “nacimiento”, así y todo cosechó u$s4.000
millones de inversión sólo en 2016. Fue el mayor “brote verde” que recibió
Mauricio Macri desde que es presidente.
Este crecimiento vertiginoso, generó algunas complicaciones.
Y aunque se están sorteando los obstáculos, habrá que seguir reforzando la
planificación industrial, ya que todo indica que continuará por esa senda en
los próximos años.
Oficialmente, la estrategia del Ministerio de Energía y
Minería es cuadriplicar la producción energética de estas fuentes limpias en
apenas 8 años.
Por eso, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial
(INTI) se embarcó en la construcción de un ambicioso centro de investigación en
energías renovables que permitirá operar en el plano de la planificación.
A priori, el plan del organismo industrial que acompaña el
Ministerio de Energía y Minería incluye:
• Nueva infraestructura para laboratorios y áreas de
servicios.
• Inversión en equipamiento de punta para varios subsectores
de energías renovables.
• Plan de fortalecimiento de recursos humanos.
Esta vez, la Argentina no quiere perder la chance de
insertarse con fuerza en un proceso de crecimiento a nivel global que parece no
encontrar techo.
Sobre todo, considerando que su geografía una vez más fue
tocada por la varita mágica: este país es líder mundial en recursos naturales.
El viento de la Patagonia y el sol del Norte son hoy el gran
atractivo de inversores extranjeros que no encuentran mercados en otros países.
Si todo sigue de acuerdo a los planes previstos, el
territorio “argento” será un polo de atracción para inversores en todas las
variantes renovables: eólica, solar, biomasa, biogás, hidroeléctrica y
biocombustibles.
Los más entusiastas, se animan a decir que las renovables
captarán más inversiones de lo que Vaca Muerta promete en petróleo y gas no
convencionales.
Materia “gris”, tecnología local
Legalmente, la construcción del centro de investigación
quedó firme mediante la Resolución 90/2016 del Consejo Directivo del INTI.
Así lo precisa Gustavo Gil, coordinador del área, quien por
estos días admite estar muy “expectante” por la propuesta integral.
En contacto con iProfesional.com, el especialista explicó
que “mediante acuerdo con la Subsecretaria de Energías Renovables se logró
generar un esquema de financiamiento virtuoso que permite afianzar a este
instituto como asesor técnico”.
¿De dónde saldrán los recursos? Como contraprestación por el
seguimiento y control del accionar de las empresas en las licitaciones, el INTI
recibe US$ 2 mil por cada MW de potencia que se contrata en el marco del plan
RenovAr.
Hasta ahora, por las subastas en curso fueron comprometidos
cerca de 2.500 MW, lo que se traduce en un ingreso aproximado de u$s5 millones.
Para suerte del organismo, la cifra seguirá creciendo con el
correr de los años, al ritmo de las próximas subastas.
De hecho, en agosto está prevista una nueva ronda por 1.000
MW, lo que sumaría otros u$s2 millones.
En números, Gil destacó que “se estima que para el período
2017-2019 realizaremos inversiones en el orden de los u$s7 millones”.
Competitividad, el punto clave
Pensando en el desarrollo de la cadena de valor, Gil explica
que “en el mediano y largo plazo, una de las apuestas de esta iniciativa es
reducir los costos de producción de los proveedores y fabricantes nacionales”.
Se trabajará para que las empresas de capitales argentinos
puedan competir en el mercado, tanto en precio como calidad, con los equipos de
“punta” que se elaboran en Europa, Estados Unidos y Asia.
A priori, se sabe que el centro realizará ensayos para la
optimización del uso de aerogeneradores, sistemas fotovoltaicos y equipos de
generación de biogás, entre otras pruebas técnicas.
“Será clave del éxito la inserción de las capacidades
locales presentes y futuras, la performance y el dinamismo del sector
productivo en I+D+i, así como la
sincronización con las áreas científico tecnológicas”, subrayó el director del
Centro.
Actualmente, el Programa especializado del INTI en materia
de renovables está compuesto por 50 personas, de las cuales 30 trabajan con
dedicación exclusiva.
“Este proyecto permitirá potenciar ese trabajo en red e
incrementar el número de recursos dedicados a la temática”, destaca Gil.
Aún no se definió el lugar dónde estará ubicado pero la
Provincia de Buenos Aires suena como el sitio predilecto por sus creadores.
En tanto, se está evaluando la practicidad de la ubicación
de las instalaciones, las necesidades particulares de las provincias y el valor
simbólico que pueda ejercer el edificio en la sociedad.
“Las inversiones en equipamiento ya se están ejecutando”,
anuncia el especialista sin dar más precisiones.
Invitación abierta
Según cuenta Gil, empresas como asociaciones del rubro
pueden formar parte del instituto y colaborar como “socios”.
Así funcionan centros prestigiosos en otros países. La
asociación público-privada “es uno de los ejes de la propuesta”, valora Gil.
“Estamos haciendo un acuerdo de colaboración y asistencia
técnica con el Centro Nacional de Energías Renovables de España para los
próximos dos años, que nos permitirá tener un plan de entrenamiento y de ajuste
en la orientación de los servicios tecnológicos a las líneas de I+D”, anunció
el experto.
Pensar el largo plazo
En definitiva, el programa de investigación apunta a
consolidar una industria nacional de vanguardia que pueda desarrollar
tecnología para uso local y de exportación a los países vecinos.
Si se pudo ser líder en energía nuclear y hidroeléctrica y
crear desde cero una YPF que por décadas dio cátedra en la región también es
posible en el área de las renovables.
Fuente: iprofesional.com
Resistencia, 18 de julio de 2017
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