sábado, 29 de julio de 2017

Automotrices piden flexibilidad laboral para reducir brecha con Brasil

La diferencia de competitividad con México es del 65%, según un informe que le encargó Adefa a la consultora internacional Bain. Se lo presentarán a Macri.

Los costos de mano de obra y la estructura impositiva explican entre el 60 y el 70% del gap de competitividad que tiene la industria automotriz argentina respecto de la producción de vehículos en México o en Brasil. En esos países, fabricar un vehículo de gama media sale 65% y 25% más barato que en el mercado local, según plantea un informe que la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa) ya le presentó a varios ministros del gabinete y prevé entregarle al presidente Mauricio Macri en las próximas semanas.

El estudio, apodado “Sustentabilidad del sector automotriz argentino”, al que tuvo acceso El Cronista, fue encargado por la entidad a la consultora internacional Bain & Company para mostrarle al Gobierno, con números, los cambios que deberían implementarse para poder pensar en fabricar un millón de autos en 2023.
El gap en cuanto a los costos de producción con Brasil ahora incluso es superior, ya que en el medio fue aprobada en el vecino país la reforma laboral, lo que le afecta aún más la competitividad argentina, admiten en las terminales.

De acuerdo con el trabajo, la mano de obra directa en la cadena explica entre el 30% y el 40% de la brecha, con diferencias en salario y en productividad. El costo de la mano de obra en dólares por auto es 40% más bajo en Brasil y 80% menor en México. Es decir que si en la Argentina ese costo es 100, en Brasil es 57 y en México, 20.

A su vez, los impuestos explican entre el 25% y el 30% del gap de competitividad, con una clara diferencia en la producción. La Argentina tiene un mayor peso de tributos de producción que los otros países, entre Ingresos Brutos, Créditos y Débitos bancarios y tasas municipales. Mientras que a nivel local estos gravámenes representan el 11,6% del costo de producción de un sedan mediano, el Impuesto al Producto Industrializado (IPI) equivale al 7% del costo de fabricación del vehículo. En México, a su vez, es 0%.

Cerrar la brecha con Brasil implica, según Adefa, reducir impuestos y mejorar la integración. De acuerdo con el trabajo, debe existir un marco de seguridad jurídica a través de una política fiscal federal a 10 años; reducir la carga tributaria en producción en torno a los 6 puntos porcentuales; aumentar los reintegros de exportación de 6,5% a 12%; unificar saldos a favor impositivos y poder aplicarlos libremente al pago de obligaciones y mejorar el recupero del IVA.

En cuanto a la mano de obra, las propuestas de los empresarios apuntan a realizar acuerdos con los sindicatos para reducir el ausentismo (del 3%) y adecuar los convenios colectivos. Sobre este punto, el trabajo plantea la subdivisión del convenio colectivo por servicios (Smata); permitir el desarrollo de polivalencia entre puestos de trabajo y áreas; revisar los incentivos, premios y bonos en relación a cumplimientos de objetivos de calidad, productividad y ausentismo; modificar el adicional por antigüedad; que el tiempo de comedor no integre la jornada de trabajo; implementar un banco de horas; revisar el costo de la ART; una disminución de cargas sociales, entre otras medidas.

El documento de Bain & Company propone además mejoras en materia de infraestructura y logística; fomentar el desarrollo de piezas locales mediante el impuesto de la Ley de Autopartes y avanzar con acuerdos de competitividad de los insumos, de modo de poder reducir los costos también en este sentido.

La implementación de estas medidas requiere mesas de trabajo entre el Gobierno, las empresas y los sindicatos con foco en resultados concretos de corto, mediano y largo plazo, plantea el informe.
Fuente: cronista.com

Resistencia, 29 de julio de 2017

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