Ante los movimientos del tipo de cambio, primó la cautela.
Los productores rurales vendieron apenas 12 millones de toneladas de la
oleaginosa, casi un tercio menos que el promedio de la última década. Este
volumen que quedó sin comercializar tiene un valor de mercado de u$s2.400
millones
Cuando este jueves el INDEC publicó los datos sobre el
intercambio comercial argentino, hubo un dato que no pasó desapercibido para
los funcionarios.
Mientras que las exportaciones de manufacturas de origen
industrial fueron las vedettes de mayo, de la mano de un salto interanual del
23%, los despachos de productos primarios y de manufacturas agropecuarias
sufrieron caídas -en volúmenes- del 13% y del 9%, respectivamente.
¿Qué significa esto? Que se enviaron al exterior menos
toneladas de soja en todos sus formatos: poroto, aceite y harina.
Las razones de la merma de la participación del campo tiene
varias aristas. Y una de ellas está estrechamente vinculada con el dólar.
Según la consultora Abeceb, además de los problemas
climáticos, que no permitieron finalizar la cosecha, se sumó "la
especulación de los exportadores en torno al movimiento del tipo de cambio por
las elecciones, lo cual los lleva a demorar la liquidación".
Y la estrategia de esperar no se limita a las empresas que despachan
granos. También se siente en el campo, donde los ruralistas están adoptando la
estrategia de vender lo mínimo posible, ante la perspectiva de que, una vez
pasado el proceso electoral, el billete verde suba de precio.
Desde el IERAL, dependiente de la Fundación Mediterránea, le
pone cifras al "canuto sojero".
De acuerdo con el análisis de los economistas Juan Manuel
Garzón y Nicolás Torre, en mayo, los productores vendieron apenas 12,1 millones
de toneladas de soja, 6 millones menos que las registradas en las 11 campañas
anteriores.
"Las ventas significan el 21% de la producción del
ciclo (58 millones de toneladas), por debajo del 39% observado en promedio en
la década previa", señala el reporte de IERAL.
De esta forma, el volumen de granos no comercializados tiene
un valor de entre u$s1.440 y u$s2.400 millones.
Pero esto no sólo afecta a los productores, sino también al
resto de la cadena.
Por lo tanto, según IERAL, el efecto dominó se hizo sentir
en "las actividades 'aguas abajo' de la producción de granos", como
los molinos y aceiteras, así como también en las que dependen de la realización
de estas ventas, tales como transportistas, comercios y servicios
especializados.
Los expertos señalan que un factor relevante para sentarse
sobre los granos es "el premio de entre u$s10 y u$s20 por tonelada (entre
4% y 9% del precio actual) que puede encontrarse actualmente en los mercados de
futuros (MATBA) por mercadería cuya comercialización se demore hasta fin de
año".
A esto agregan el nuevo "contexto financiero en el que
operan actualmente los productores, que permite acceder a crédito en dólares a
tasas considerablemente más bajas que en años anteriores, facilitando apalancar
la `demora`".
Las estadísticas apoyan este análisis. De un stock de u$s278
millones de compras de dólares en el primer trimestre 2016, se pasó a un stock
de u$s1.186 millones en el mismo período de este año.
Los últimos informes que manejan en la City van en línea con
la estrategia del "canuto sojero".
En el último reporte de FocusEconomics, correspondiente a
junio, que recopila proyecciones de bancos de inversión y consultoras –tanto
nacionales como del exterior– el consenso es que a fin de año el tipo de cambio
cerrará en $17,49.
Esta cifra es 15 centavos superior respecto al relevamiento
anterior, publicado en mayo. De concretarse estas previsiones, la devaluación
para todo el 2017 sería de 10,1%.
Sin embargo, hay consultoras locales que prevén un avance
más marcado.
Tal es el caso de LCG,de Martín Lousteau, que calcula un
dólar de $18,15 para el último día de diciembre. Le siguen Fundación Capital
($18,10) y Abeceb ($18,02).
Cabe aclarar que estas proyecciones fueron trazadas antes de
que se conociera que la Argentina, al menos hasta junio del año que viene, no
formará parte del "club de los emergentes".
En este sentido, ya hay reportes que advierten de una mayor
presión sobre el tipo de cambio.
Por eso, consultoras y bancos de inversión están analizando
nuevamente los números, que serán seguidos muy de cerca por productores y
grandes exportadores.
Fuente: iprofesional.com
Resistencia, 24 junio de 2017
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