Los empresarios destacan la necesidad de una reforma
tributaria de fondo, un antiguo reclamo del sector, pero también advierten
sobre los riesgos en las actuales circunstancias políticas y sociales del país.
Según las estimaciones del Ministerio de Hacienda y Finanzas,
las primeras lluvias de inversiones no tendrán lugar sino hasta 2019.
Sin embargo, hay quienes no comparten esta visión. Sobre
todo teniendo en cuenta que en el ranking del Banco Mundial que mide la tasa de
impuestos totales que las empresas pagan como porcentaje de sus ganancias,
Argentina está en el segundo puesto, con un nivel de casi un 140% sobre los
beneficios, de acuerdo con Iván Carrino.
En otras palabras, cualquier compañía que busque operar en
el país debe enfrentar el pago de una tasa del 35% a las Ganancias. El gravamen
es de los más elevados del mundo, por encima de países como Brasil, Australia y
México, y lejos de los más competitivos como Estonia, Singapur o Irlanda.
Por lo tanto, una firma no cuenta con incentivos fiscales
para invertir en el país.
Además del Impuesto a las Ganancias, cualquier compañía debe
considerar, como mínimo, otros 8 tributos distintos, entre los que se
encuentran:
- Ganancia Mínima Presunta
- Bienes Personales
- Impuestos Internos
- Impuesto al cheque
- Ingresos Brutos
- Impuesto de Sellos
- Tasas Municipales
Con semejante presión tributaria, es difícil que el país
genere el shock de inversiones que promete. Después de todo, los inversores del
mundo tienen cerca de 200 naciones diferentes para llevar su dinero y
emprendimientos.
Para que no se trasladen a otro país, Carrino señaló a
Inversor Global que lo ideal sería reducir la carga tributaria y aumentar el
coraje político, porque para bajar los impuestos sin agrandar el déficit se
necesita reducir mucho más el gasto público.
La preocupación de las empresas por la fuerte presión
tributaria, que ya está en una tasa efectiva de las más altas del mundo, tiene
su caja de resonancia en la División Impuestos de IDEA (Instituto de Desarrollo
Empresarial de la Argentina).
Los empresarios destacan la necesidad de una reforma
tributaria de fondo, un antiguo reclamo del sector, pero también advierten
sobre los riesgos en las actuales circunstancias políticas y sociales del país.
El tema cobra relevancia ahora, cuando se sabe que el Gobierno trabaja en un
proyecto para encarar el problema.
En el sector empresarial, algunos de los temas que se están
discutiendo son: el sistema tributario, la Ley de Coparticipación Federal y la
forma de liquidar Ingresos Brutos y tasas Municipales, porque son disposiciones
que rigen desde hace muchos años y que a pesar de las sucesivas enmiendas y
actualizaciones no responden a las necesidades actuales.
Las empresas plantean que hay un problema político con
origen en la situación social. Hoy el déficit fiscal primario, tanto a nivel
nacional como provincial, es enorme.
Varias de las 24 provincias y la mayoría de los 2.200
municipios tienen dificultades para pagar los sueldos por falta de recursos, y
la única forma que encuentran para obtenerlos es crear nuevos impuestos,
contribuciones o tasas, lo que termina aumentando la carga tributaria.
Un punto de comparación interesante es que, en Estados
Unidos, por ejemplo, se puede encarar una rebaja del 35% al 15% del impuesto a
las Ganancias, generando una merma en la recaudación de u$s2 billones en los
próximos 10 años, porque va a compensar esa pérdida de ingresos con nuevos
empleos en el sector privado.
Pero en la Argentina, la creación de puestos de trabajo es
aún lenta porque las inversiones se demoran, principalmente, por la falta de
confianza de los potenciales inversores locales y extranjeros originada en la
inseguridad jurídica.
Ahora las expectativas están puestas en los pasos de Andrés
Edelstein, ex Socio de PwC Argentina, recientemente designado subsecretario de
Ingresos Públicos, bajo cuya responsabilidad está el tema de la reforma fiscal.
Este profesional, al venir del sector privado conoce muy
bien la problemática argentina y, además, tiene una amplia experiencia en los
sistemas tributarios de todo el mundo.
Reforma tributaria
Los principales puntos que están en agenda para la reforma
tributaria, de los que diera cuenta iProfesional, son los siguientes:
1.- Ingresos Brutos
Es el gravamen más distorsivo, porque se aplica directamente
sobre la facturación de las empresas. El problema principal es que lo aplican
las provincias, con lo que cualquier disminución impacta directamente sobre sus
ingresos.
La propuesta oficial es que este gravamen sea reemplazado
por otros sobre el patrimonio, por ejemplo el inmobiliario o patentes.
La resistencia de los gobernadores a discutir este tema, que
es central, para las empresas es muy fuerte. Una alternativa bajo análisis es
que se disponga una sustitución gradual del tributo.
2.- Impuesto al cheque
Figura tercero en el ranking de la recaudación, pero es
sumamente distorsivo y no favorece el blanqueo de la economía.
Este año vence la prórroga respecto a su aplicación, por lo
que el Congreso debería renovarlo.
Ya se dispuso que las pymes puedan tomar a cuenta de
Ganancias el 100% de este gravamen. Una opción bajo análisis esto se extienda a
todas las empresas, aunque también de manera gradual.
Más del 70% de este impuesto queda para las arcas nacionales
y sólo se coparticipa en una porción menor.
3. Impuesto a las Ganancias
Se discutirá el ajuste automático para la cuarta categoría,
es decir empleados en relación de dependencia.
De esta forma se buscaría evitar que más asalariados queden
alcanzados por el tributo como sucedió hasta el año pasado.
Una de las cuestiones centrales pasará por el 35% de
alícuota que deben pagar las empresas, teniendo en cuenta que en muchos casos
se está reduciendo esta presión, como Inglaterra y Estados Unidos.
4.- IVA
Una opción que se pondrá sobre la mesa es la posibilidad de
establecer un IVA provincial.
Además, ya está vigente aunque casi no se utiliza la
devolución de 15% para las compras que realizan jubilados y beneficiarios de
planes sociales.
La voz de los expertos
En tanto, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas
porteño (Cpcecaba) preparó un exhaustivo "paper" en donde los
expertos del organismo adelantan los cambios que debería contemplar una reforma
impositiva integral.
Al respecto, el presidente del Cpcecaba, Humberto Bertazza,
advirtió que "en los últimos años la presión impositiva creció de manera
ininterrumpida, convirtiendo a la Argentina en uno de los países de la región
con mayor carga tributaria".
"Conscientes de la problemática que genera una
superpoblación de gravámenes, y partiendo de la base de que los cambios
aislados no son la solución, desde el Consejo se desarrolló una propuesta de
cambio integral en el sistema tributario", agregó Bertazza.
A continuación se resumen los puntos sobresalientes de la
propuesta del Consejo porteño que constituyen un todo consistente y no pueden
ser tomados casa uno aisladamente:
- Impuesto al Cheque
Eliminar totalmente el impuesto de manera gradual en 5 años.
El primer paso se lo haría aumentando gradualmente el
porcentaje que puede computarse como pago a cuenta de otros impuestos
nacionales como el IVA, ya que actualmente sólo se permite en los impuestos a
las Ganancias y Ganancia Mínima Presunta.
Para evitar desfinanciar al Estado, se considera oportuno
que los porcentajes adicionales de pago a cuenta propuestos puedan ser
computados exclusivamente contra incrementos nominales en los impuestos
determinados con respecto al año anterior.
Para las Pyme, contempla aplicar un régimen especial por el
que puedan computar el 100% del tributo abonado en IVA o Ganancias.
Además, contempla incrementar la coparticipación de los
fondos que hoy recauda el gravamen.
En la actualidad sólo un 30% de la recaudación integra la
masa coparticipable, y las provincias reciben, previo a las detracciones de los
regímenes previsionales, un 15%. Por el IVA, por ejemplo, las jurisdicciones
provinciales perciben un 45%.
- Impuesto a la Renta
Sociedades de Capital: aplicar el criterio de integración
parcial y crédito parcial al accionista, por el cual se permite como pago a
cuenta del accionista una parte del impuesto abonado por las sociedades.
Suponiendo una tasa para sociedades del 25% y del 35% para
los beneficiarios del exterior y los accionistas o sucesiones indivisas y un
cómputo del crédito impositivo del 21,66%, el total a pagar por las rentas
originadas por una sociedad serían del 35% (alícuota máxima vigente), con una
carga impositiva distribuida entre la misma sociedad y sus accionistas.
Esta medida terminaría incentivando la reinversión de las
rentas.
Derogar el “impuesto de igualación”.
Quebrantos: permitir dos opciones:
- Mantener de manera opcional el régimen actual, que permite
el cómputo de quebrantos por 5 años.
- Aplicar un sistema que no tenga límite de tiempo pero con
topes de utilización de los quebrantos respecto de la utilidad gravada (30% ó
50 %).
Amortizaciones de bienes de uso: incorporar al texto legal
el elemento de obsolescencia tecnológica a los fines de estimar la vida útil de
los bienes.
Posibilitar el recálculo de la vida útil de aquellos bienes
en virtud a los cambios tecnológicos o retardos en la afectación a la actividad
productiva a la cual sirven.
Permitir la actualización de los importes de las
amortizaciones mediante un mecanismo de ajuste.
Admitir un mecanismo de amortización acelerada para las
Pyme.
Ajuste por inflación: reinstalar el mecanismo de ajuste por
inflación para impedir que se abone Ganancias sobre rentas ficticias.
Admitir el cómputo del interés del capital propio.
Pyme: mantener el régimen simplificado en el corto plazo,
con un mayor control sobre la emisión de comprobantes y disponiendo la
obligación de registración de operaciones.
- Impuesto a la Transferencia Gratuita de Bienes
Derogar el impuesto.
- Impuestos Internos
Revisar íntegramente los bienes alcanzados por la imposición
selectiva sobre el consumo.
Incorporar aquellos bienes cuyo consumo genere impacto
ambiental.
- Impuesto al Valor Agregado
Unificar y reducir las alícuotas.
Reemplazar con subsidios explícitos a determinados consumos.
- Coparticipación
Cumplir con el mandato constitucional de establecer una
reforma en el sistema de coparticipación (cuyo vencimiento operó en 1996).
Establecer que todos los recursos impositivos, a excepción
de los impuestos al comercio exterior y los aportes personales y contribuciones
patronales, formen parte de la masa coparticipable.
Lograr una mayor institucionalización de la distribución
automática.
Fuente: iprofesional.com
Resistencia, 4 de junio de 2017
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