La limpieza generalizada de casas y espacios periurbanos es
la clave para "generar grandes cambios" que en dos semanas puedan
cortar la actual epidemia con más de mil casos en el país, enfatizaron biólogos
especializados en mosquitos y trabajadores sanitarios.
"Hay que limpiar las casas urgente, podemos generar
grandes cambios en dos semanas y puede no haber más dengue: así de simple,
parece utópico pero es una medida práctica, gratuita y posible", afirmó el
biólogo Nicolás Schweigmann, investigador del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en el Grupo de Estudio de
Mosquitos.
Actualmente, la propagación de la enfermedad "dejó de
ser brote para pasar a ser epidemia, que no significa gravedad sino
esparcimiento de casos por las provincias", definió a Télam el director de
Epidemiología del Ministerio de Salud, Jorge San Juan.
"Todo lo que se pueda hacer en prevención vale la pena,
como la eliminación de potenciales criaderos de mosquitos, con soluciones que
son de tipo local: de las familias dentro de cada domicilio y de cada
municipio", consideró el director de Programas y Proyectos de Mundo Sano,
Marcelo Abril.
Schweigmann dijo a Télam que "cada año a mediados de
enero, en la región del conurbano bonaerense hay un pico de abundancia del
mosquito relacionado con el calor, que acelera el proceso
'huevo-larva-pupa-adulto' y hace llegar a la madurez en menos tiempo".
"Si hay mosquito, hay riesgo: estamos monitoreando la
ciudad y está el componente vectorial", dijo el investigador independiente
del Conicet que trabaja en Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires.
respecto al primer elemento que incide en un brote.
Incide también el componente cultural, que es hacer
limpieza; y un tercer componente es el social, ya que "muchísima gente se
fue a Brasil y el movimiento migratorio hace que vuelva infectada una
determinada proporción de personas porque está circulando, en lo que llamamos
'presión de virus'".
Ese viajero proveniente de regiones endémicas en la que
circula el virus -como Brasil y Paraguay actualmente- llega a su manzana donde
hay mosquitos sanos que lo van a picar y van a infectarse tras cinco días de
incubar el virus; entonces volverán a picar infectando a familiares o vecinos
que pueden no tener síntomas pero distribuyen el virus a otras manzanas.
"Ese es un brote epidémico, y el cóctel explosivo es
que está entrando antes de tiempo en vez de fines de febrero o marzo, por lo
que hay posibilidades que haya muchos brotes de infección", concluyó el
biólogo acerca del mosquito portador de dengue, que originariamente fue traído
en los toneles de agua cuando los ingleses traficaban esclavos a América y
adaptado al ambiente urbano y no al silvestre.
Manuel Espinosa, encargado de proyectos sobre mosquitos de
la fundación Mundo Sano, dedicada a la investigación de enfermedades
desatendidas, dijo a Télam que "lo importante es diferenciar entre la
circulación viral y la dinámica anual del mosquito, que se incrementa en
verano".
"Esta época entre diciembre y mayo coincide que aumenta
la circulación viral en esta región de América" y se acelera el ciclo de
reproducción del mosquito vector que transporta el virus.
Así que en los meses previos a la temporada lluviosa de
noviembre y diciembre hay que hacer campañas a nivel barrial para disminuir la
abundancia de criaderos con el descacharrado.
"Luego hay que hacer una fuerte acción en vigilancia de
febriles que van al médico con dolor de ojos y músculos, lo que debe disparar
alerta inmediata de dengue, chikungunya y zika para generar el bloqueo de foco
e interrumpir la circulación autóctona", describió Espinosa.
Ese es el momento de las fumigaciones bien realizadas para
matar mosquitos adultos que puedan infectarse y desparramar el virus, además de
la utilización del repelente.
"Hay que parar la retroalimentación de abundancia de
población del mosquito, la interacción con el virus y la dispersión a través de
la población, y no hay que desalentarse porque vale la pena hacer la prevención
para cortar el ciclo subsiguiente", alentó.
"Vemos una actitud buena y responsable de las
autoridades, y aunque siempre hay una demora entre la aparición de los primeros
casos y la toma de medidas, está instalado el tema en el país, con la población
alerta y activa", celebró Abril.
"El dengue tiene un curso benigno pero en el gran
número de casos puede ocurrir pasar de fiebre a dengue grave, con dolor
abdominal persistente, hemorragias en las conjuntivas o aparición de manchas en
la piel, síntomas de alerta para eliminar los riesgos de desenlace fatal, así
que no hay que esperar ante la fiebre y concurrir al médico para hacer el
diagnóstico presuntivo", convocó.
Fuente: Telam.com
Resistencia, 23 de enero de 2016

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